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lunes, 22 de junio de 2009

jueves, 4 de junio de 2009

¿QUE NOS HACE FALTA?

Tenemos casas grandes pero menos familias.
Tenemos más alimentos pero menos nutrición.
Tenemos más medicina pero menos salud.
Tenemos dos sueldos en los hogares pero más divorcios.
Hay más escuelas, colegios y universidades pero menos educación en las personas.
Pensamos en ir a la luna pero ni siquiera conocemos a nuestro vecino.
Tenemos más avance en la tecnología pero menos capacidad de pensar.
Tenemos muchas riquezas materiales pero más pobreza espiritual.
Tenemos más libertad de expresión pero menos oportunidad de expresar las ideas.
Queremos ser libres pero estamos encadenados interiormente.
Anhelamos la convivencia pacífica pero interiormente libramos las peores guerras.
Queremos jóvenes responsables pero educamos niños irresponsables.
Tenemos más leyes pero menos justicia a la hora de impartirlas.
Hay muchos más cristianos pero menos cristianos que conocen a Cristo.
Todas estas declaraciones hacen evidente que la sociedad está inmersa en un caos. Todos nos preguntamos y qué más nos espera? pero vemos que no se vislumbra nada alagueño porque la Biblia habla que los tiempos cada vez serán peores. Las personas han buscado y utilizado todas las estratégias para tratar de enderezar las cosas pero todo ha sido infructuoso porque el hombre le ha dado la espalda a Dios. Por hacer referencia tomaré solo dos ejemplos. Quicimos defender tanto a los niños que hicimos de ellos seres intocables, pequeños ídolos que hacen lo que quieren porque sus padres perdieron el derecho de educarlos con la autoridad que Dios les ordena en el libro de los Proverbios.
Otro ejemplo fue el de la mujer. Se le dio un lugar importante dentro de la sociedad pero desafortunadamente no usó sabiamente la oportunidad y terminó cambiando la familia por el trabajo. La mujer pasó del extremo de ser ignorada al extremo de querer ser superior al hombre. Esto generó una crisis en la estructura familiar y las consecuencias desencadenaron más divorcios, más hogares disfuncionales y un alto índice de madre solterismo. (Proverbios 14:1). Ello también produjo que el hombre perdiera el rol que Dios le había encomendado de ser cabeza de su familia. (Efesios 5:23). Todo lastimosamente se invirtió.
Muchos otros ejemplos pude haber traido a colación pero consideré solo tratar estos dos como punto de partida. ¿Qué hace falta entonces? hace falta que la gente vuelva su rostro a Dios y se arrepienta de todo corazón por todo lo que ha dejado de hacer y por lo que ha hecho mal hasta aquí. 2 Crónicas 7:14 dice:”Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombrees invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. ¿Cuál es entonces la condición? 1. humillación, 2. invocación y 3. Oración.
Sólo hasta cuando la gente tome conciencia y desee de corazón hacer estás tres cosas el Señor será propicio a ellos y traerá un gran alivio a la sociedad caótica en la que estamos inmersos.

Datos personales

Mi foto
Graduada en Derecho en la ciudad de Bogotá. Especialista en Derechos Humanos de la universidad Complutense de Madrid, España y Magister en Asesoramiento y Mediación Familiar de la Pontificia universidad de Comillas del mismo país. Trabajé como asesora y consejera con grupos hispanohablantes en la ciudad de Nueva York. Asesora independiente en temas de familia y miembro activa y fundadora de Funeducar, entidad sin ánimo de lucro cuya misión es la de gestionar recursos para escolarizar las escuelas cristianas en sectores de pobreza y empoderar a maestros y padres de familia para que tanto ellos como los niños tengan esperanza y mejoren de manera integral su calidad de vida. Leo el inglés y lo comprendo pero amo más mi español. Me encanta leer y contemplar la naturaleza porque en ella reconozco la existencia y grandeza de Dios. En los ratos de ocio descansar y disfrutar de un buen partido de tenis de campo y de mesa. También soy amante del fútbol Me gustan algunas pinturas de Picasso, Goya, Velázquez y Frida Kahlo (Autorretrato), entre otras. Admiro a Mohandas Gandhi y a Martín Lutero pero mi héroe de siempre sigue siendo y será, Jesucristo!